Por no haberle pedido permiso, no escribiré el nombre de mi amiga, pero estas líneas nacen de mi admiración hacia su persona.
Desenfadada al vestir, de mirada optimista, inteligente y bilingüe, aunque confunda los momentos en los que necesita cambiar el “chip” del idioma, esa es mi amiga. Recién llegadas ambas a la misma ciudad, desde que conversé con ella, encontré similitudes inesperadas en mi nuevo contexto. La primera idea que justificó mi acercamiento fue los orígenes de mi país con el de ella. Luego el aspecto generacional y finalmente la posibilidad de poder hablarnos, literalmente, en el mismo idioma.
El tiempo me llevó a encontrar muchas más analogías entre ambas. Sus virtudes me hicieron respetarla más, admirarla, confiarnos pequeños secretos y compartirnos las alegrías y tristezas que entre dos, suenan diferentes.
Me encanta su tolerancia hacia las nuevas reglas de convivencia social y a las tecnologías que invaden cada vez más todo el escenario social. También recuerdo, cuando la tengo cerca, las palabras que mi abuela y mi madre usaban y que la “deformación inmediata del idioma”, en el Caribe, ya me habían hecho olvidar. Para mí ella es un híbrido compuesto de las chicas buenas de Almodóvar y las intelectuales de Amenábar. O sencillamente, es alguien con quien disfruto muchisimo conversar.
La Era de la Información parece ser, cada día más, una frase hecha y vacía, como la mayoría de los conceptos post modernos, sin embargo debo confesar que, por el contrario, se afianza a nuestros estilos de vida cual elemento vital insoslayable.
En mi particular caso, soy adicta a la lectura y sin embargo, no recuerdo la última vez que abrí un libro en formato papel, para disfrutarlo como hace 15 noviembres, porque resulta más atractivo obtenerlo electrónicamente.
Luego, sin percatarme, me encontré noche tras noche, leyendo cuantos blogueros y blogueras encontré a mano y meses después decidí que la oportunidad de expresar libremente es derecho inalienable que al fin, encontraba ante mi puerta.
Paradójicamente lo más difícil vendría a continuación, ¿Qué escribir? ¿Cuáles son los códigos importantes y universales a seguir? ¿Qué es lo que puedo decir que alguien quiera leer? Y nuevamente me encontré sumida en lo que no esperaba, en la búsqueda de códigos y símbolos atractivos, comerciales, evidentes, internacionalmente aceptados y por tanto, torpes, vacíos, insignificantes e intelectualmente insípidos.
Así es como decidí que este blog será mi estado de ánimo en idioma Español, donde escribiré algunas reflexiones sociológicas personales , un poco de mi vida privada, algo de experiencia en los emocionales quehaceres de la vida y un poco de lo que sea necesario según las coordenadas. Si algún lector o lectora se acerca, enhorabuena!!!!
